Cómo es la vida de un músico clásico freelance

David Valdés empezó a estudiar Piano a los siete años y Percusión a los dieciséis. Durante un tiempo compaginó ambas especialidades instrumentales pero, una vez obtuvo el Título de Profesor de Piano, se decantó definitivamente por la Percusión. Se graduó en el Conservatorio Superior de Música “Eduardo Martínez Torner” de Oviedo con las máximas calificaciones (Premio Fin de Grado Superior y Premio Extraordinario Fin de Carrera “Ángel Muñiz Toca”) y fue su profesor Rafael Casanova (OSPA). Posteriormente se trasladó a Londres, donde cursó estudios de postgrado en la Royal Academy of Music donde obtuvo un «Postgraduate Diploma in Performance» (Timpani and Percussion) y un «LRAM» (habilitación en Educación Musical de la University of London). Ha asistido numerosas clases magistrales y cursos con profesores como: Jeff Prentice, Rainer Seegers, Benoit Cambrelaing, David Searcy, Ben Hoffnung, Philippe Spiecer, Enmanuel Sejourné, Keiko Abe, Eric Sammut…Y ha obtenido becas y premios como los de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias quien le becó tres veces consecutivas para continuar sus estudios en Madrid y en Londres. También ha trabajado con numerosas orquestas sinfónicas, grupos de música antigua y de cámara como por ejemplo: Orquesta Sinfónica de Gijón, Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, Orquesta Nacional de España, WDR Rundfunkorchester Köln (Alemania), Arthur Rubinstein Philharmonic (Polonia), Orquestra do Norte (Portugal) y la Ulster Orchestra (Reino Unido), Forma Antiqva, Ensemble Matheus (Francia). Así mismo ha sido traductor de la edición en español de «Método de Movimiento para Marimba» (L. H. Stevens) y de la web Percussion Orchestrations, e impartido clases de percusión en los conservatorios de Oviedo y Gijón. Trabaja como  arreglista y tiene su propio estudio y empresa denominada “Cowhouse Productions». Es miembro del PAS Symphonic Committee (Comisión Sinfónica del PAS) y es artista endorser de la marca Grover Pro Percussion. 

ENTREVISTA

1. Con el propósito de acercar a nuestros lectores a el día a día de un músico de clásico freelance ¿Cómo es un día común en tu vida profesional?

Todo depende de los proyectos que tenga entre manos. Tengo que estudiar las partituras que vaya a tocar, escuchar varias versiones para formarme mi propia opinión, leer e investigar mucho para conocer los distintos estilos y tradiciones (toco desde música antigua hasta jazz); organizar entregas y recogidas de instrumentos (y cargar muchos kilos de material Emoji), hablar con los clientes del estudio para saber exactamente qué quieren, reviso temporadas sinfónicas y operísticas por si pudieran necesitarme como instrumentista o como proveedor de instrumentos, contactar continuamente con potenciales clientes (festivales, productoras, orquestas, estudios, auditorios…) y, por supuesto, mantenerse en forma con el instrumento y seguir echándole horas. Además de todo eso, atender las cuestiones domésticas y criar dos niñas pequeñas Emoji.

2. Como se aprecia en tu biografía eres una persona que tiene numerosas inquietudes. Obtuviste el título de profesor de piano, además del superior en percusión clásica, realizaste estudios de postgrado en UK, tocas habitualmente con orquestas sinfónicas, música de cámara, tienes un estudio de grabación…¿Crees que es necesario apostar por una diversidad de tareas para tener una vida satisfactoria como músico freelance? ¿Cómo consigues organizarte para llegar a todo?

Diversificar la oferta es FUNDAMENTAL para poder subsistir. Cuando no se tiene un puesto fijo y, a veces, que el teléfono suene depende de cuestiones extramusicales, valerse por uno mismo y ser independiente es VITAL, y para ello no queda otra que diversificar la oferta. Ofertar variedad (alquiler de instrumentos, estudio de grabación, publicaciones, cursos, reparaciones y restauración…), calidad y exclusividad es «conditio sine qua non» para poder vivir como «freelance». No puedes depender de los demás, por lo que hay que tocar todos los palos posibles.

Respecto a cómo me organizo, es importante llevar una buena agenda donde encajar todas las piezas. Además, hay muchas horas en el día que no solemos aprovechar: las primeras horas de la mañana y las altas horas de la noche suelen estar vacías. Yo suelo utilizar estas últimas muy a menudo, especialmente en el estudio de grabación.

3. ¿Cómo crees que ha cambiado la industria/mercado musical «académico» en España? ¿Vamos por el buen camino? ¿Hay más posibilidades laborales ahora que hace 10-20 años?

No ha cambiado gran cosa. Quizá ahora se graban aquí más bandas sonoras (en lugar de ir a Praga o el Reino Unido), pero por la forma en que se desarrollan las sesiones (como una grabación pop, con secciones por separado), no ha supuesto una ventaja laboral para los «freelancers». Creo que se desaprovecha mucho la incorporación de otros géneros (series, videojuegos, animación, publicidad…) en las programaciones. Nos quejamos de que falta público en las salas de conciertos, pero no ofrecemos novedades (o con cuentagotas). Se podría compaginar todo, hacer ciclos, colaborar con festivales de todo tipo y así ayudar tanto a atraer nuevo público como a sanear cuentas.

¿Vamos por buen camino? Creo que, si los gestores y programadores no se ponen las pilas, las orquestas sinfónicas serán algo innecesario a no mucho tardar. Otra razón más para diversificarse como «freelance».

¿Posibilidades laborales? Cada vez menos… Las orquestas son las mismas y el número de titulados cada vez mayor. Es imposible que el mercado pueda absorber semejante avalancha de músicos. Es matemáticamente imposible. Lo curioso es que cada vez se hace más música: el que quiera trabajar tendrá que tener habilidades muy diversas y buscar fuera de los nichos tradicionales. Hay mucho trabajo ahí fuera, pero tienes que buscarlo tú mismo y no esperar a que caiga del cielo.

4. ¿Crees que un joven músico que finalice el conservatorio superior hoy día tiene posibilidades de tener una vida profesional satisfactoria siendo músico freelance? ¿Qué consejos le darías dada tu experiencia (impuestos, burocracia, promoción…)?

Sinceramente, no… Cada vez hay más titulados (que no necesariamente buenos músicos bien preparados) y los huecos donde meter el codo son los mismos o cada vez menos. Por otra parte (y esta mentalidad es muy española), la gente no quiere complicaciones; lo que quiere es un puesto y horario fijo que asegure un sueldo X a fin de mes con las menos complicaciones posibles. Lo de tener que hacer muchas cosas a la vez y no tener unos ingresos fijos no vale para cualquiera.

Mi consejos para poder vivir de ser freelance son varios: 1) Tocar muy bien y mantenerse en buena forma técnica. 2) Leer muy bien a primera vista. 3) Saber manejar muchos estilos y tradiciones interpretativas. 4) Leer mucho, formarse constantemente y estudiar otras disciplinas (arreglos, armonía, técnicas microfónicas…). 5) Cultivar buenas relaciones siendo sincero. JAMÁS basar una carrera en frotar espaldas y adular. Cuando se deja de adular y de frotar espaldas se acaba el juego: que te llamen por méritos musicales, no por méritos de otro tipo. 6) Saber obedecer a la primera las indicaciones de un principal de sección, productor o cliente. Ser muy versátil y poder cambiar tu forma de tocar al instante. 7) Ver, oír y callar. Saber cuál es tu puesto cuando vas de extra, cuando estás en una sesión de estudio, cuando montas un montón de instrumentos en un escenario… Hay que ser discreto, ayudar a los demás, colaborar y dar tu opinión solo si te la preguntan. Vale más pasar desapercibido por tener la boca cerrada que llamarla por tenerla demasiado abierta. 8) Aprender a emitir facturas. Contacta con un buen asesor fiscal que te lleve los papeleos. 9) Promociónate en RRSS ofreciendo contenido de calidad. Es importante que el contenido se adapte a cada red. Sé serio en redes y que se vea tu profesionalidad, no otras cosas.

¡MUCHAS GRACIAS!

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