El arte se manifiesta como un vehículo para comunicar la ciencia

Musicoguia Magazine ha entrevistado a Elisabet Aranda, Profesora Titular del Departamento de Microbiología de la Universidad de Granada (UGR), España, en la Facultad de Farmacia y miembro del Instituto Universitario de Investigación del Agua. Es Doctora en Ciencias Biológicas (CSIC-UGR, 2006). Imparte docencia en las asignaturas de Microbiología y Biotecnología en el Grado de Farmacia. Ha participado en diferentes proyectos para acercar la investigación agraria a estudiantes de secundaria a través del proyecto PIIISA (FECyT), «Proyecto de Iniciación a la Investigación-Innovación en Secundaria en Andalucía», así como en diferentes actividades de divulgación, con el objetivo de promover la labor divulgadora en alumnos de máster de la Universidad de Granada. Ha participado como investigadora principal y colaboradora en diferentes proyectos de Innovación Docente en la Educación Superior financiados por la UGR, relacionados con la integración de distintas disciplinas como la Microbiología, la Biotecnología y el Arte, así como en un proyecto docente financiado por la Unión Europea, dentro del programa Erasmus plus, para promover los estudios de tercer grado en Azerbaiyán.

ENTREVISTA

1. ¿Cuál fue tu primer contacto con la microbiología y el arte?

A pesar de dedicarme a la rama de las ciencias, siempre me ha gustado mucho el arte, y desde mi formación como bióloga me atrajo mucho el mundo de la ilustración científica. Soy una recolectora de libros de ilustraciones científicas como los cuadernos viajeros de Humboldt, y siempre me ha gustado ilustrar mis propios cuadernos de viaje y sobre todo, mis notas de laboratorio. En la microbiología hay muchas representaciones artísticas. El mundo microbiano está plagado de geometrías exactas, como los virus o algunas estructuras presentes en bacterias. Formas increíbles de crecimiento, movilidad bacteriana, o concretamente en el campo de los hongos, al cual me dedico, existen formas, texturas y colores que evocan al arte abstracto.

En mi etapa como docente, gracias a un compañero del departamento, vimos la posibilidad de poder materializar esas formas y estructuras microbianas, las cuales explicábamos normalmente en clase con dibujos o con micrografías, a través de la realización de maquetas y además, valorar a los alumnos mediante competencias transversales que se alcanzan a través del arte. En el proyecto “Micromaqueta” hubo un grado de implicación asombroso, incluyendo además, metodologías de aprendizaje en cascada, en la que los alumnos mostraban sus maquetas a estudiantes de primaria y secundaria. Comprobamos que es una herramienta muy poderosa, cuando se enseña de igual a igual y con maquetas y materiales que resultaban familiares a un alumno de primaria, y además el poder decirles “esto lo he hecho yo para aprender y poder enseñarte qué es una bacteria”. Durante el desarrollo del proyecto, pudimos comprobar cómo, a pesar de ser reproducciones de estructuras ya descritas, cada uno le aportaba su impronta personal, en las que cada alumno conectaba consigo mismo, y con su entorno, buscaban materiales distintos para materializar una misma cosa o cada uno sentía una cosa distinta al hablar de una bacteria (algo negativo, algo desagradable, algo beneficioso). El arte es eso justamente, una conexión del sujeto con sus propias experiencias e inquietudes, una mirada hacia el interior, cosa que nos pareció algo mágico. Tras el éxito de este proyecto, nos plantemos colaborar con la Facultad de Bellas Artes, quienes nos pudieran aportar una visión artística más profesional, y con ello surgió un proyecto para realizar estas maquetas tiflológicas para personas invidentes, en la que se pudieran representar texturas, formas, empleando una impresora 3D y el cual nos aportó una experiencia maravillosa.

2. ¿Qué beneficios encuentras para los estudiantes universitarios trabajar de forma multidisciplinar proyectos de arte y microbiología?

El arte y la ciencia son dos disciplinas muy estrechamente relacionadas, ambas se utilizan mutuamente y el arte se manifiesta como un vehículo para comunicar la ciencia. En los alumnos promueve habilidades que resultan beneficiosas en ambos campos. La capacidad de observación, de indagación, de inventiva, de creación, el desarrollo de la paciencia, son virtudes que comparten ambas ramas, y desarrollando este tipo de proyectos, se promueve el desarrollo de estas habilidades en estudiantes universitarios. A lo largo de la historia hemos encontrado numerosos científicos artistas como Leonardo da Vinci, Ernst Haeckel, o incluso Ramón y Cajal, y resulta muy importante que un científico sepa materializar una observación y se pueda traducir en arte. El arte lo es todo y está presente en todos los sitios. En los alumnos hemos observado que con el desarrollo de estas maquetas, el principal beneficio que se obtiene es que promueve la motivación, y eso es el motor del mundo. Nuestra idea es contactar con estos alumnos dentro de 5 años y preguntarles si recuerdan esta experiencia, que significó para ellos y si consideran que algo cambió en ellos, principalmente en su forma de observar el mundo, estoy convencida de que sus respuestas serán positivas y confío en ello.

3. ¿Qué crees que podría aportar la educación artística a los estudiantes de microbiología?

La educación artística permite desarrollar competencias comunes en ambas disciplinas, también implica una investigación previa, que son la base de la ciencia. Todo ello contribuye a la motivación, el poder hacer, el crear algo con una identidad propia, y lo que es más importante, el conseguir plasmar visualmente algo que escapa a la resolución del ojo humano, como son los microorganismos. Son procesos cognitivos que permiten impregnar nuestra retina y hacer que un conocimiento no se olvide jamás. Además, entrenan nuestra mente a la observación, a la interpretación, a la extrapolación, a ver la realidad con otros ojos, lo cual resulta en una combinación perfecta para construir mentalidades más abiertas, más sensibles y más inclusivas en un mundo que necesita cada vez más estos valores.

ORCID: 0000-0001-5915-2445
Researcher ID: J-7430-2012
Scopus Author ID: 25654519600
Scopus Author ID: 57202215774

¡MUCHAS GRACIAS!

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