El contenido musical determina el tipo de influencia que la música tiene sobre el vino

Lluís Capdevila
Lluís Capdevila

Lluís Capdevila (1981) creció en los viñedos del Priorat en el mar Mediterráneo (Cataluña, Noreste de España). Desde pequeño, la libertad de expresión y la creatividad lo conectaron con la interpretación musical, la composición y la improvisación, de tal manera que si bien realizó la Licenciatura en Derecho (Barcelona) y el Máster en Derecho de la Propiedad Intelectual (Estocolmo), abandonó ese camino para centrarse exclusivamente en la música. El jazz lo trajo a Nueva York, con la ayuda de una beca Fulbright , donde estudió en la Aaron Copland School y realizó una Maestría en Interpretación de Jazz, aunque continuó su educación musical y se doctoró en Artes Musicales. Licenciatura de la Universidad de Stony Brook. En la ciudad de Nueva York ha colaborado con músicos consagrados y talentos emergentes en varios lugares. Diaspora (2016) es su álbum debut y presenta composiciones originales inspiradas en sus experiencias neoyorquinas y la dispersión de su generación, ya que muchos abandonaron su país de origen en busca de oportunidades laborales. Petros Klampanis (bajo) y Luca Santaniello (batería) se unieron a él en una grabación a trío con piano que ha recibido excelentes críticas en Estados Unidos y España, y que ha dejado más de medio centenar de conciertos. Daybreak Explorations (2018) es una selección de improvisaciones de piano solo grabadas en el Staller Center for the Arts. Radio Cinemática (2019) presenta su música original en un ambiente más íntimo con Petros Klampanis (bajo, loops y percusión) y cuenta con la colaboración estelar de Tom Harrell (fliscorno) en una melodía. Ètim (2020) es su primer álbum de estudio con piano solo y presenta música de sus raíces tal y como la compuso durante siete meses en la Catedral del Vino de Falset (Priorat), en un piano de cola rodeado de vino en barricas y botellas. Con Social (2021), Capdevila presenta su trío neoyorquino en un álbum donde combina composiciones originales y arreglos de estándares clásicos del jazz. Joe Lovano se une al trío para grabar la composición original ‘East Broadway’.

ENTREVISTA

1. Leyendo tu biografía, nos parece muy interesante ver la valentía para dar un giro profesional y a pesar de haber finalizado la Licenciatura en Derecho (Barcelona) y el Máster en Derecho de la Propiedad Intelectual (Estocolmo), decides centrarte exclusivamente en tu carrera profesional como músico. Como becario Fulbright cursas estudios en NY y finalizas un Doctorado en Artes Musicales en la Universidad de Stony Brook (USA). ¿Cómo consideras que te ayudó el hecho de finalizar este doctorado en tu bagaje como músico?

Fue muy provechoso. Tuve la suerte de estudiar con Ray Anderson, una persona atípica en el sistema de la enseñanza musical superior en Estados Unidos. Con Ray todo tenía que ser real, espontáneo y con un
significado. Justo me he enterado de que se acaba de retirar por jubilación, por lo que todavía me siento más afortunado. Debo mencionar que llegué a Ray Anderson bajo la recomendación de Sheila Jordan, quien había coincidido con Anderson en la formación de George Gruntz. Ray fue capaz de estimularme para reconectar con aquella ilusión que tenía ya de pequeño para ser músico y me educó siempre desde la música en vivo. A su vez, tuve una parte más analítica con el profesor Weymouth, con quién analicé obras de Schubert, y un refuerzo en rudimentos musicales con el profesor Goldstein. Aunque el departamento de música de Stony Brook no destaca por la educación de Jazz, estuve rodeado de alumnos avanzadísimos de piano clásico, todos muy motivados porque estudiaban con el profesor Gilbert Kalish. Mi profesor de piano jazz se encontraba fuera de la escuela, fue el maestro Steve Kuhn, quien había acompañado a maestros de la talla de John Coltrane, Stan Getz, Kenny Dorham, Joe Lovano y Tom Harrell. Durante el tiempo que estudié mi doctorado fui contratado por la Universidad como un profesor asistente en jazz, tuve mis propios combos, alumnos de piano, acceso a las facilidades de la universidad incluido el auditorio, donde realicé la grabación de mi álbum ‘Daybreak Explorations’. Además, por medio de la asignatura de prácticum pude trabajar legalmente fuera del campus, por lo que estuve tocando mucho en Manhattan, e incluso ocupando la posición de organista y director de coro en una iglesia afroamericana del Bronx durante tres años. En resumen, durante los cinco años que duró mi doctorado tuve una inmersión musical muy importante.

2. Viendo el vídeo  encontramos un proyecto muy bonito sobre cómo la música, y más concretamente tú música, mejora la calidad del vino después de un año, tras ser interpretada durante 6 meses con piano en diferentes momentos del día. Además, en un centro de investigación vitivinícola aplicada, donde recibieron dos muestras y realizaron un análisis triangular, y sin saber que las muestras eran del mismo vino y que venían de dos lugares diferentes: uno en silencio y otro con exposición a tú música, el análisis concluye que eran dos vinos diferentes. ¿Cómo se te ocurrió este experimento?

El experimento surge de una pregunta que me hice a mi mismo: ¿si la música puede afectar el estado de ánimo de las personas, no podría influir de alguna manera en un vino durante su proceso de crianza? Siempre he creído en la potencia de las vibraciones y como mi sonido al piano es grueso, pensé que sería un buen candidato para un experimento como ese. Breeding, ÈTIM (2020).
¿Nos lo podrías explicar más detalladamente?
He nacido y crecido en Falset, pueblo que es la capital del Priorat, una comarca con una fuerte tradición vinícola. Quería hacerlo en un lugar lo más neutral posible, y que estuviera arraigado a la tierra de donde soy. En consecuencia, propuse hacer ese experimento a la bodega Cooperativa. La junta directiva, un poco sorprendida por la idea, mantuvo una reunión y accedió a aportar sus recursos para tal fin. Más adelante VITEC, centro de investigación del vino, también ubicado en Falset, realizó las degustaciones triangulares a ciegas. Las sensaciones que tuve tocando mi piano de cola en la nave modernista centenaria durante siete meses, en distintos momentos día, incluida la noche, cuando venían momentos de mucha inspiración son de los más fuerte y auténtico que he vivido nunca.
¿Crees que interfiere los tempos elegidos, figuras rítmicas, texturas, tipos de melodías o harmonía…la atmósfera creada?
Sí, creo que el contenido musical determina el tipo de influencia que la música tiene sobre el vino. De ese experimento aprendimos que es más fácil influir en volúmenes pequeños como son las botellas y de materiales que aumenten las vibraciones, como es el cristal. En este sentido, me dediqué a improvisar y componer durante unas quinientas horas. Quería que las vibraciones surgieran de la novedad, de estar improvisando, impregnar barricas y botellas de energía creativa. Otra revelación fue la frecuencia de la afinación. Empezamos con el piano a 440Hz y la enóloga Marta Ferré me comunicaba que el vino podía apreciar que el vino estaba siendo afectado, pero que había mucho desorden en los taninos. Cambiamos entonces la frecuencia de la afinación del piano a 432 Hz y tras más de 200h, la enóloga afirmó que el vino estaba en perfecto equilibrio. Desde luego este es un proyecto que me apasiona y si vuelve a surgir la oportunidad me gustaría seguir ahondando en él.

3. ¿Crees que la música tiene algo que decir en la educación, donde cada vez tiene menos peso en la enseñanza obligatoria? ¿Por qué? 

Tiene mucho que decir. La música es fundamental, aporta equilibrio personal, facilita socializar y estimula partes del cerebro que no podrían estimularse de otro modo. Que los niños y adolescentes estén expuestos a ella y la sepan apreciar y compartir me parece fundamental en cualquier sociedad. Necesitamos más experiencias musicales, los smartphones, tabletas y ordenadores han bombardeado con información mentes que en otros tiempos han tenido música en una medida muy superior. Hay que intentar revertir esta situación y la educación es la clave para ello. Muchos de los niños no saben ni cómo suenan algunos instrumentos acústicamente. Por último, la música también nos conecta con la naturaleza, al menos así lo he intentado en el Priorat: Alone (2018).

4. ¿Cuáles son tus próximos proyectos? ¿Dónde podemos escucharte?

El pasado junio estrené el álbum de piano solo LAMENT, que incluye diez composiciones originales creadas en residencia en el Auditorio Enric Granados de Lleida, ciudad en la que resido actualmente. El álbum está disponible en todas las plataformas de streaming y el CD físico se puede adquirir desde www.lluiscapdevila.com Videoclip Iberian Momentum, LAMENT (2023). A medio plazo estoy concentrado con la reinterpretación de Impresiones Intimes, una suite con las primeras composiciones de Frederic Mompou, en el marco de una beca Leonardo de la Fundación BBVA, que grabaré a trío a finales del próximo febrero para tener listo su lanzamiento en otoño de 2024. Y en lo inmediato, esta semana tengo una serie de conciertos muy interesantes con mi trío internacional, con Petros Klampanis (contrabajo) y Luca Santaniello (batería). Presentaremos el álbum SOCIAL (2021) en los clubes míticos: Café Central en Madrid (13 y 14 de septiembre) y Jamboree en Barcelona (15 septiembre). Acto seguido en las Palmas de Gran Canaria y presentarlo en el Auditorio Alfred Kraus (16 septiembre). Bocoi, SOCIAL (2021.

¡MUCHAS GRACIAS!

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